Hace tiempo (fines de 2008) y luego de la separación del grupo NI-NOvedismo y el posterior cierre de Cordón Plateado, comencé a tomar distancia de la gestión para acercarme más a lo que considero mi obra luego de tantos años de trabajo en equipo. No es que piense que una cosa quita la otra, sinceramente no estoy seguro, pero siendo muy jóven y en medio de proyectos que se amplian rápidamente con el riesgo de desbordarse y de que la expansión debore el proyecto, he pensado mucho sobre esta relación que se da reiteradas veces en el ámbito del arte contemporáneo.
Algo se está moviendo hace tiempo en la figura del artista que ya pasó el estereotipo del tipo que vivió en la pobreza y supo cosechar riquezas luego de abandonar su cuerpo. Ahora no sólo hay millones de artistas sino que es mucho más visible la figura empresarial que los rodea. Y hablo en tercera persona refiriéndome a "los artistas" porque me considero todavía un artista en formación que está dando sus primeros pasos en esa escuela interior que llamamos arte.
Quizás tenga que ver la aparición del curador como figura emblemática de lo contemporáneo en este desplazamiento del lugar que antes ocupaba el artista. Señalo al curador no como un personaje particular sino más bien como lugar, ya que hay curadores que son artistas, galeristas, escritores, etc. Es posible decir que antes se le daba al artista un lugar que hoy compite con el curador o conviven como lugares distintos e independientes?
Por otro lado, será que la ansiedad de producir en medio de nuestra formacieon como artistas y de vivir de la producción sin desdoblarse como un superhéroe trabajando en McNada medio día y medio día en el taller nos lleva a este borde en donde se cruza la producción con la visión de mercado? Será que no hay espacios donde se pueda insertar la obra contemporánea en el consumo masivo, o la obra contemporánea busca un mercado que todavía no está consolidado? Será que es tan largo el salto que separa un cuadro con marco de un manojo de cintas, papel, plastico derretido, hologramas y chicle pegado?Es que hay momentos para producir y otros para gestionar lo producido?
En este momento yo realizo las dos actividades pero con un anclaje profundo en mi producción, cosa que antes no supe manejar. Y es que a veces recuerdo la antigua culpa de estar organizando actividades para otros artistas y sentir que descuido mi obra. Hoy creo que mucho tiene que ver con la claridad de los objetivos y la organización y la disciplina con la que nos movamos en lo cotidiano. De todas maneras sigo reflexionando sobre esto que me parece que es un fenómeno que antes no se daba o por lo menos no tenía mucha visibilidad. Yo nunca conocí a Picasso o a Dalí pero me imagino que mucho de lo que hicieron se debió a la resolución de este conflicto entre gestionar la obra y producirla o producirla y que otro la gestione. O es que en este tiempo, en el que todo va más rápido según la física, muchos de los artistas llegan a lograr éxitos (llamese ventas) que otros no han conseguido en vidas enteras?
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